Los detectives salvajes tiene un lugar en mi corazón. Es sin lugar a duda una novela especial. Como lo dijo el mismo Roberto Bolaño, una carta de amor a su generación. Una carta de amor a generaciones y generaciones de jovenes latinoamericanos (o del mundo), diría yo. Jovenes borrachos y engendros de "poetas" ( o "politólogos", o "indigenistas" o "cineastas", o "científicos"...). Revistas que nunca se publicaron. Fiestas con torneo de poesía (suena horrible, lo sé). Arrogancia muchachil y celebraciones con karaoke y visita de la policía incluida. Interminables viajes en expreso palmira, largas caminatas sazonadas con Bertrand Russell y Ernesto Sábato. Pobres almuerzos.
Los lectores han de "ver a alguien cercano a ellos", dice Bolaño....qué acertado.
Muy oportunamente al terminar de leer los detectives, el Poeta Rodrigo Estrada (compañero de juventud) me visitó en Amsterdam. No tuve más remedio que regalarle mi copia de los detectives. Rodrigo estuvo una semana en mi casa y no hicimos más que hablar de los detectives, de nuestros años mozos entre Bogotá y Palmira. La novela, dice además Bolaño, es también una carta de despedida. Resulta así pues muy oportuna. Oportunísima.
Addendum
Sobra decir que nunca escribí poesía. Este es además mi post más intenso y pretencioso. Qué pereza.
jovenes borrachos y engendros de poetas. Me siento identificado. Gracias Bolaño.
Anonymous
1:25 pm