Bloomsday

En construccion.

(EDIT)
Amsterdam.

El día empieza a las cero horas en un bar llamado Sound Garden, con nombre de banda. Al interior del bar tipos punk juegan al billar y al futbolín. Dos biólogos franceses y yo charlamos ya sientiendo frío en la terraza que da a uno de los tantos canales de esta ciudad. La conversación va sobre el número de especies en diferentes latitudes, y sobre cómo las eras glaciares han hecho que en los bosques escandinavos haya menos especies que en los bosques tropicales. Las eras glaciares son sólo una de las varias razones de tal asimetría, pero la cerveza en mi cabeza no me deja entender las demás. Uno de los biólogos es también mi vecina, que trabaja con ratones en un laboratorio de neurociencia. El otro es un amigo de ella que acaba de llegar de una estación científica enclavada en un bosque Sueco. La descripción del tipo me hace pensar en películas escandinavas de color gris y blanco. Es el final de una noche de cervezas y me voy a mi casa pedaleando rápidamente. Duermo arrullado por un podcast aleatorio, y lo próximo que recuerdo es levantarme más bien tarde y con dolor de cabeza. Un dolor de cabeza tan sólo lo suficientemente leve para sentirse, para molestar. Desayuno arroz con huevo viendo la emisión de noticias colombianas del día anterior. El arroz con huevo me recuerda a mi amigo Rodrigo. Su novia acaba de irse justo ayer de mi casa, después de una corta visita de fin de semana. Me ducho. Lentamente empiezo a intentar salir de la casa. Después de mucho esfuerzo estoy afuera. Al quitar el candado de la bicicleta noto que el sillín está lleno de gotas de lluvia. Prefiero no limpiarlo porque me parece más desagradable tener mojadas las mangas del saco que tener mojado el trasero. Cambio mi ruta levemente para pasar por un almacén donde venden regalos ñoños hechos por filósofos desempleados. Me hago a una tarjeta con forma de Charles Darwin. Es para enviársela a una colega que pronto se casa. El almacén de la tarjeta está lleno de turistas. Los turistas gringos son particularmente visibles y cansones. Hago una parada extra en el supermercado de la esquina de la Universidad para comprar mi almuerzo y cigarrillos. He vuelto a fumar por la mañana, lo cual es bastante grave y desagradable. Al llegar a la oficina me enfrento de nuevo a la tediosa tarea de escribir el programa aquel que llevo escribiendo hace casi un mes. Es una pieza de codigo no muy limpia que nada en un mar de datos para encontrar puntos interesantes. Toma tiempo y es tedioso. Me da el medio día y saco la ensalada que compré en el supermercado. Trabajo y almuerzo al mismo tiempo. Me fumo el cigarrillo de rigor después de la comida. Regreso a mi tediosa labor. Hago una sesión de procastinacion en la mitad de la tarde. Reviso el google reader y leo un par de cosas sin muchas ganas. Regreso a mi trabajo y pronto viene mi supervisor a chequear como va el asunto. Lo que estoy haciendo nos parece a los dos supremamente aburrido, pero toca hacerlo. Decidimos hacer un par de cambios y me toma el resto de la jornada ajustar el programa. Recibo un mensaje de texto que me dice que un amigo no puede venir al cine hoy. Decido ir solo porque me gustan los thrillers españoles. Me voy a casa y suelto la maleta. Paso a la esquina por un pizza donner, y llego finalmente al antiguo squat donde pasan las películas los martes. Antes de ser un squat era también una academia de cine. Esta vez hay un numero considerable de españoles. Los españoles parecen andar siempre en grupos numerosos. El acento ibérico de las mujeres me parece absolutamente dulce, y el de los hombres absolutamente detestable. Antes de la peli me fumo un cigarrillo en la terraza que da a una escuela de tenis. Los tenistas son viejos y muy malos en el juego. La peli empieza y termina. Me gustó, pero no mucho, o para ser más exacto detesté la introducción, me aguanté el nudo y me gustó el final. Me da malgenio porque el proyeccionista se traga la mitad de los créditos. Me tomo una cerveza viendo a 20 personas jugar ping-pong en una sola mesa. Me voy a casa, pedaleándo en la noche, y duermo contento escuchando el ultimo episodio de radiolab.

2 comments :: Bloomsday

  1. Procastinacion es el sustantivo que más aparece en los bloomsday... me alegra compartirlo contigo. Un placer, en serio, gracias por tu colaboración

  2. A vos, gracias por la iniciativa. Todo salió muy bonito.

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