Un Schnapps por Ernesto Cardenal


La última vez que me mencionaron a Ernesto Cardenal, estaba de vacaciones en Linz, Austria. Para vergüenza mía, el nombre me sonaba pero nada más. Digo para mi vergüenza porque uno que se las da de muy latinoamericano, debería conocer muy bien sus contestatarios, más aún si estos son también poetas. El señor K, padre de mi entonces novia, es austriaco y de buen corazón. No sólo conocía a "Ernestico Cardenal", sino que al parecer lo tenía en muy buena estima. Decía su nombre con todo el acento austriaco pero con toda la alegría de aquel que encuentra un referente cultural que conecta, en un mar de diferencias, todas artificiales al fin de cuentas. Aquella vez sonreí y depués me puse a pensar en la teología de la liberación, en la contradicción, para mi irreparable, de buscar en "Cristo" como salir de la opresión, y en resumidas cuentas, en mil pendejadas de lejos menos nobles que la poesía.

En Entre Paréntesis, Roberto Bolaño reseña Vida Perdida, texto autobiográfico del poeta en cuestión. Según Bolaño, Cardenal es uno de los poetas más grandes de Latinoamérica, ídolo de todos los venteañeros aspirantes a poeta de principios de los setentas (incluido él por supuesto). Dice Bolaño que a Cardenal lo leían fascinados, y que muy a pesar de cura, este "los alentaba" en su afán de ser más pecadores, más lascivos, menos creyentes. En una mirada rápida a los poemas de este señor se puede entender porqué, y se puede encontrar cierto calor, cierta comodidad en esa contradicción de la cual habla Bolaño, y que sin duda es una contradicción, quizá como la teología de la liberación misma, muy latinoamericana.

Alguna vez hace ya algunos años un amigo al que le gusta mucho la poesía me ofreció a manera de consuelo un poema de Cardenal, esa fue quizá la primera vez que oí de él. Ese poema coincidencialmente le queda muy bien a la hija de K. Si algún día vuelvo a ver a este señor de buen corazón, voy a leerle este poema, y voy a decirle que nos tomemos un Schnapps a nombre de Cardenal, y que botemos corriente sobre latinoamerica, la opresión, y por supuesto las mujeres. Aquí hay más poemas: los que más me gustan son los epigramas.

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